Desde los inicios del comercio y la economía, el hacer que tu producto sea conocido y genere interés en tus clientes potenciales ha estado en el centro de todo, se trata de elementos determinantes para el éxito. La razón es muy sencilla, nadie comprará lo que vendes si no lo conocen, si no has logrado hacerlo atractivo, por más revolucionario y útil que sea eso que ofreces. Cuando el Internet hizo su entrada triunfal y demostró ser una herramienta de marketing poderosa, se creyó que las experiencias offline quedarían en el olvido. Sin embargo, no se trata de un reemplazo total, sino de la evolución de un todo.
La publicidad tradicional ha demostrado que no va a desaparecer a consecuencia del marketing digital, pero el marketing digital por sí mismo no es todopoderoso. El futuro del marketing está en una estrategia coherente entre las experiencias online y offline.
La evolución tecnológica
Para muchas empresas la digitalización fue un proceso cargado de retos en todas su áreas, incluido el marketing. Esto es una realidad muy común en Centroamérica, en dónde la confianza en la tecnología por parte de los negocios no está libre de escepticismo. Cuando hablas entonces de retomar el camino de las estrategias offline e integrarlos a una estrategia holística que también incluya todos los esfuerzos online, no faltará quién pregunte si se trata de un retroceso. ¿Por qué? Pues porque lo digital es el futuro, el papel es anticuado, si no eres totalmente digital te quedas fuera… ¿Pero realmente es así?
También somos poderosos offline
Si bien se dice que vivimos en una época digital, los mayores expertos en marketing hablan hoy en día de combinar las experiencias online y offline.
Primero, mientras vivimos una acelerada revolución tecnológica, aún estamos en una etapa donde gran parte de la población presenta al menos una de las siguientes características:
- No tiene acceso a internet
- No tiene tiempo para acceder a internet
- No siente interés por pasar mucho tiempo en línea
- No sabe utilizar el internet
Pero aún si no tomáramos en cuenta este segmento poblacional, las personas que abrazan la tecnología y viven pegadas a su smartphone no están exentas de vivir experiencias offline.
El marketing offline no es útil únicamente con aquellas personas que por cualquier motivo viven una vida en análogo, sino también para quienes están conectados todo el tiempo, porque crean un mayor sentido de pertenencia en aquellos a quienes alcanza.
Los comerciales en televisión, panfletos, vallas publicitarias creativas y demás, siguen presentando ejemplares curiosos y eficientes.
Además, toma en cuenta que si tu negocio cuenta con un punto de venta físico, cada vez que un cliente que atrapaste de forma online se acerca, también tendrá una experiencia offline. Los colores y logotipo sobre la puerta, los displays en la sala de ventas y hasta los colores con los que vista tu personal deberán estar en consonancia con los colores de tu estrategia digital, esto genera continuidad y refuerza tu marca. Imagínate que hablar de color es tan solo un ejemplo de los muchos elementos que entran en juego en la experiencia del consumidor.
Y luego está un dato arrollador, la experiencia online de una gran porción de tu audiencia puede derivar en compras offline. Pero aún menos obvio, los canales offline pueden generar ventas online. Hay una relación aquí de la que puedes tomar ventaja.
En la diversidad está el gusto: combina marketing online y offline
Por estas razones, es vital saber combinar experiencias online y offline.
Algunas formas de lograrlo son:
- Usa las redes sociales para incentivar seguidores a participar en la creación de campañas offline.
- Inicia una campaña offline que requiera interactuar en la página de tu negocio.
- Utiliza las imágenes más virales de tu publicidad online en tu publicidad offline.
- Promueve la publicidad de parte de tus clientes. Esto puedes hacerlo invitando a los usuarios a tomarse “selfies” en tu local y hacer una campaña online con esto.
- Crea una app que brinde beneficios y descuentos en compras offline.
- Aprovecha las limitaciones sensoriales de los canales online (vista/oído) para invitar a tus espacios offline, una vez allí refuerza la experiencia apelando al resto de sentidos (olfato, tacto y sabor).
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